Desde niños nos han dicho que comer verduras y alimentarnos bien nos mantendrá sanos. ¿Pero cuál es la relación entre la comida y la inmunidad ante las enfermedades?
Primero hay que recordar que el sistema inmunológico es nuestro sistema de defensas de células, proteínas y órganos que nos protegen de los agentes externos que pueden enfermarnos como gérmenes y bacterias, y es primordial mantener este sistema al 100 para que cumpla sus funciones como debe ser y nos mantengamos saludables.
Diversos nutriólogos coinciden que para que este sistema se mantenga sano, se debe fortalecer con una alimentación balanceada que aporte a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios en vitaminas, minerales y antioxidantes.
Con una buena alimentación, el sistema inmunológico se verá reforzado y se incrementará su capacidad de defendernos ante virus y bacterias. Es importante aclarar que un alimento por sí solo no será un escudo ante una enfermedad como el ajo contra los vampiros; es una dieta completa y balanceada la que nos traerá los mayores beneficios.
Entonces ¿qué alimentos debo consumir?
Vitaminas y minerales es la respuesta correcta. También mantenerse hidratado correctamente. Eso sí, siempre recomendamos acercarte a un experto en Nutrición para que te recomiende un régimen alimenticios adecuado para tu cuerpo y tus necesidades, sin embargo, puedes tomar en cuenta los siguientes alimentos:
Frutas: Los cítricos como mandarinas, naranjas y kiwis, te aportarán Vitamina C, que ayuda a la producción de glóbulos blancos. Los frutos rojos como arándanos, fresas y frambuesas son excelentes antioxidantes.
Verduras: Las espinacas son tanto antioxidantes como aportadoras de Vitamina C, por lo que debes incluirlas en tu dieta. El brócoli, kale, col y coliflor contienen buenas cantidades de minerales y vitaminas como la A, C y E, principalmente, además de antioxidantes y fibra. En general, las verduras de hoja verde son las más beneficiosas para el cuerpo.
Carnes blancas y rojas: Ambos tipos de carne aportan vitaminas y proteínas que son esenciales para la producción de anticuerpos.
Pescados grasos: El salmón y otros pescados grasos brindan cantidades importantes de Omega 3, potasio y vitamina B, que ayudan al bienestar general del cuerpo.
Leguminosas: Comer frijoles y lentejas tienen un alto contenido de minerales, vitaminas y fibra.
Lácteos: Son un buena fuente de calcio, un buen ejemplo es el yogur griego que también aporta proteínas y probióticos que protegen la flora intestinal.
Suplementos alimenticios: Si bien, los alimentos por si solos aportan vitaminas y minerales, si por el tipo de dieta no te es posible consumir algún alimento, los suplementos pueden ayudar a aportar los niveles proteicos necesarios.
Como lo mencionamos más arriba, para que tu cuerpo se mantenga saludable la palabra clave es DIETA BALANCEADA, no restringida. Puedes combinar entre diversos grupos de alimentos y si bien, no restringirte, sí reducir el consumo de alimentos procesados y altos en grasa.
Recuerda siempre consultar a un experto en nutrición para un plan personalizado.
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