En los últimos años, los suplementos incluyendo las proteínas en polvo se volvieron muy populares especialmente para las personas que hacen ejercicio o van al gym. Esto se debe a que son prácticas, accesibles y una herramienta útil para quienes buscan mejorar su rendimiento, recuperación o simplemente aumentar su ingesta de proteína. Pero un nuevo análisis de Estadios Unidos de “Consumer Reports“ volvió a encender las alertas: de 23 productos evaluados, dos tercios superaron los 0.5 microgramos de plomo por porción, el límite más estricto usado en California por la “ley Proposition 65”.
Aunque los expertos coinciden en que estas cantidades no causan daño inmediato, también aclaran que no existe un nivel completamente seguro de exposición al plomo, especialmente si la proteína se consume todos los días y se suma a otras fuentes ambientales y alimentarias.

¿Cómo llega el plomo a la proteína en polvo?
El plomo aparece por varias razones:
- Presencia natural en la tierra: especialmente en legumbres, cereales, arroz y raíces.
- Mayor acumulación en proteínas vegetales: Consumer Reports encontró que las proteínas de chícharo, arroz, mezclas veganas suelen tener niveles más altos que las de suero de leche.
- Regiones con suelos más contaminados: por ejemplo, algunos lotes de arroz o chícharo provenientes de zonas con alta carga ambiental.
- Procesos de manufactura: si la planta no cumple buenas prácticas (GMP), puede haber contaminación cruzada.
En resumen: no es que el producto sea “peligroso”, sino que la cadena de producción importa bastante.
¿Es grave consumir proteína con plomo?
No necesariamente, pero sí puede ser problemático si la tomas diario y tu producto supera los límites más estrictos. El plomo afecta órganos vitales y el sistema nervioso, y aunque las dosis encontradas no generan intoxicación inmediata, sí pueden contribuir a una exposición crónica innecesaria.
Además, los estudios muestran que las proteínas vegetales suelen tener 9 veces más plomo que las de suero.
Por otro lado, una evaluación toxicológica reciente encontró que, incluso con tres porciones diarias, las concentraciones totales de metales pesados no superan el umbral de riesgo no cancerígeno. Pero eso no significa que sean ideales si existen opciones más limpias.
La diferencia clave: elegir proteínas con certificaciones de calidad que requieren de que un tercero analice que los productos están limpios.
¿Por qué importan tanto las certificaciones?
-Analizan lote por lote los niveles de metales pesados y/o de sustancias dopping.
-Garantizan que el producto cumple Buenas Prácticas de Manufactura (GMP) que en México uno de ellos es “HACCP”.
-Verifican que la etiqueta coincide con el contenido real.
-Evitan riesgos de contaminación cruzada en plantas con pobre control de calidad.
-Dan transparencia total: el fabricante no “se califica a sí mismo”.

Conclusión
No se trata de dejar de usar proteína en polvo, sino de elegir mejor. La ciencia muestra que los metales pesados están presentes en casi todos los alimentos, pero también que sí es posible encontrar proteínas limpias, con plomo en niveles casi nulos y producción responsable y que además garanticen que no tengan contaminación de sustancias que causan dopaje mediante certificaciones de calidad. Las certificaciones por lo tanto son una garantía que vale la pena suplementarse sin riesgos a la salud.
Bibliografía:
Bandara SB, Towle KM, Monnot AD. A human health risk assessment of heavy metal ingestion among consumers of protein powder supplements. Toxicol Rep. 2020 Aug 21;7:1255-1262. doi: 10.1016/j.toxrep.2020.08.001. PMID: 33005567; PMCID: PMC7509468.
https://cen.acs.org/food/food-ingredients/scientists-found-lead-protein-powders/103/web/2025/10